"El diablo me ordenó matar", gritaba Juárez en la comisaría de Carlos Paz. Los investigadores buscan el pasado del detenido en San Francisco, su lugar de nacimiento, para saber si está relacionado con otros crímenes no resueltos.
El viernes 16 de enero una familia de turistas encontró el cuerpo de Graciela Miño, de 62 años. Estaba tendida en la costa del Río San Antonio, en Carlos Paz. El cadáver tenía signos de fuertes golpes en el rostro.
Al día siguiente, la policía cordobesa halló sin vida a Felipe Salinas, de 70, en las Altas Cumbres, informó MinutoUno. El asesino lo había degollado. La cabeza estaba ubicada a varios metros del cuerpo.
A los dos cuerpos, Juárez les habría arrancado la nariz. También les quitó el calzado.
Juárez fue detenido a las pocas horas. Algunos testigos aportaron que el sujeto pedía a los policías que lo capturaran porque iba a seguir matando.
El fiscal Gustavo Marchetti le imputó el delito de doble homicidio en concurso real en ocasión de robo, robo de automotor y tentativa de robo. Ahora se encuentra alojado en un centro psicoasistencial de la ciudad de Córdoba.